La firma tiene considerable experiencia en el manejo de asuntos inmigratorios individuales y de negocios, incluyendo ajustes de estatus, procesos consulares, VAWA, visa U, visa V, visas basadas en empleos (H, L, E), casos de EB5, y defensa en casos de deportación.
La ley de inmigración federal determina si es que una persona es un extranjero, y los derechos legales asociados, los deberes, y obligaciones de los extranjeros en los Estados Unidos. También provee medios mediante cuales ciertos extranjeros pueden volverse ciudadanos naturalizados con todos los derechos de ciudadanía.
La ley de inmigración sirve como un guarda para el borde del país: determina quién puede entrar, cuánto tiempo se pueden quedar y cuando deben salir.
Para propósitos inmigratorios, un “extranjero” es cualquier persona que no es un ciudadano o un nacional de los Estados Unidos. Hay diferentes categorías de extranjeros: residentes y no residentes, inmigrantes y no inmigrantes, documentados e indocumentados (“ilegal”).
Las metas en políticas de inmigración se logran concediendo o negando visas. Hay dos tipos de visas: inmigrantes y no inmigrantes. Visas no inmigrantes son principalmente expedidas a turistas y visitantes temporales de negocio. Visas no inmigrantes están divididas en dieciocho principales categorías, y el número de visas en la mayoría de categorías no está limitado. Solo unas pocas categorías de visas no inmigrantes permiten al titular trabajar en los Estados Unidos. Visas inmigrantes permiten a sus titulares el quedarse en los Estados Unidos permanentemente y finalmente a aplicar a la ciudadanía. Un extranjero que tiene una visa inmigrante tiene permitido trabajar en los Estados Unidos. El Congreso limita la cantidad total de visas inmigrantes, que fue 675,000 en 1995. Varias visas inmigrantes también están sujetas a limites por país.